domingo, 28 de febrero de 2010

Yo no podría haberlo dicho mejor



Llevaba un rato con la mirada perdida, taladrando el cristal de la ventana. Daba vueltas a la taza de té caliente que tenía entre las manos, en un vano intento por entrar en calor; las gotas de lluvia tras el cristal hacían que el frío le invadiera el cuerpo, produciéndole escalofríos en el alma. En un acto reflejo, se apretó el poncho contra el cuerpo.

Estaba tranquila, en una paz extraña que la tenía adormilada, vagando por la casa como levitando, sin hacer ruído, sin que se notase su presencia. Se sentía incoherentemente serena, con ligeros cosquilleos que aparecían en su interior por momentos, y hacían que se le atragantase el corazón... unos segundos... y otra vez paz.

Llevaba así varios días, en una fase tan cercana a la felicidad que sintió miedo, miedo a sentir de nuevo, a dejar entrar en su interior, donde es tan vulnerable, tanto que un suspiro bastaría para hacer que se volviera a quebrar.

No había razón para sentir miedo, lo sabía, pero no podía evitarlo, iba en su naturaleza, o por lo menos eso le habían hecho creer. Haciendo un gran esfuerzo desechó esa posibilidad de su mente, no quería abrir esa puerta de su interior, la de las inseguridades y los miedos, y al cabo de un rato, la tranquilidad acompasada de cosquilleos volvió a invadirle.

Las gotas de lluvia golpeaban con furia el cristal, cada vez más fuerte, pero ya no sentía frío. El viento parecía enloquecer de rabia al ver su impasibilidad, y arremetía cada vez con más ganas intentando alterar el orden de su refugio. Pero ella no se inmutaba, estaba a salvo, lo presentía.

Miró altiva al exterior, el tiempo se calmó vencido, derrotado por un ser tan frágil, que pareció darle vergüenza y dejó paso a un rayo de sol, que entre las nubes parecía llegar directamente a su ventana, parecía colarse en su taza de té aún humeante.

-Ey, date prisa, llevas una hora ahí pasmando. Porqué sonríes?

-La verdad es que no lo sé.

-Qué rara eres. Bueno apura, aprovechemos que salió el sol.

-Yo no lo podría haber dicho mejor...

1 comentario:

AdIvInA aDiViNaNzA... dijo...

Mariposas en el estomago.

Firmado: Lerchiña.